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20 de noviembre de 2011

Variaciones sobre un bajo ostinato.

En el Renacimiento la música instrumental cobra protagonismo: en el siglo XVI los instrumentos no se limitan ya a duplicar las voces de una obra coral, sino que los compositores escriben obras específicamente para lucimiento de las violas, flautas, clavicordios, etc.
Una técnica muy empleada fue la de utilizar un bajo que se repetía una y otra vez ("bajo ostinato"). Sobre esa melodía interpretada por algún instrumento grave como la viola da gamba (en la imagen aparece una), los otros instrumentos improvisaban melodías de tal forma que, aunque escuchemos siempre el mismo bajo, la música suena "diferente" y logra no aburrir al oyente.
Prueba con la siguiente partitura: se trata de un bajo muy popular en la época: "passamezzo antico". Primero selecciona sólo el pentagrama de abajo (violoncello). Escúchalo varias veces, hasta que seas capaz de tararearlo. Luego prueba a escuchar dos pentagramas a la vez (guitarra y violoncello). ¿Eres capaz de "tararear" el bajo mientras escuchas la guitarra? Por último, escucha la pieza completa, con sus tres pentagramas.



Ahora fíjate en el siguiente vídeo: Jordi Savall toca un instrumento parecido al violoncello, la viola da gamba. También aparecen un archilaúd y un arpa. ¿Identificas el bajo que has escuchado en la partitura anterior?
¿Qué diferencias encuentras entre la viola da gamba y el actual violoncello?
¿Cuántas cuerdas tiene el archilaúd? ¿Cómo se llaman las cuerdas que suenan aunque no se pulsen? Pincha en la imagen.

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